Refuerza tus defensas

El cansancio, la apatía, el dolor muscular, el retraso en la cicatrización de heridas o pupas en los labios son claras señales de que tu cuerpo tiene defensas débiles y comprometidas. Dentro de un estilo de vida saludable (la deshabituación tabáquica, la alimentación, el consumo regular de probióticos y la práctica de deportes) contribuyen al buen funcionamiento de nuestras defensas. Está demostrado que ejerciendo dicho estilo de vida los resultados son cada vez más rigurosos.
Por otro lado, los antibióticos, el estrés, la mala alimentación y otros factores pueden corromper tanto el funcionamiento como el número de las bacterias útiles que alberga el intestino. El desequilibrio entre microorganismos amigables y patógenos dentro de nuestro intestino se conoce como “disbiosis” y su aparición es muy frecuente.

Nosotros damos hincapié en llevar una dieta equilibrada para reforzar el sistema inmunológico. Pues los conceptos de salud y alimentación siempre han ido juntos de la mano, sin contar los innumerables estudios que aprueban esta teoría tan repetida por los profesionales.

A continuación, te aclaramos algunos nutrientes implicados de manera directa:

Energía – Debe ser correcto, es decir, ni por encima ni por debajo de las recomendaciones. El exceso de energía afecta agresivamente a la capacidad del sistema inmunológico que usa para combatir infecciones. El término medio para mantener el valor energético son de 1200 kcal.
Probióticos – El consumo regular de lácteos fermentados (el yogurt o kéfir) aportan, asimismo, aumento de defensas inmunológicas. Quiénes consumen estos regularmente aseguran tener una mejor calidad de estado en su sistema inmunológico. Incluso adoptan una mayor resistencia a intoxicaciones alimentarias.
Grasas – Una dieta baja en grasas favorece la salud, está claro, pero también la del sistema inmunitario. Cabe destacar que, no solo es importante la cantidad sino también la calidad y/o variedad de las grasas que estamos consumiendo. Es conveniente que la dieta llevada a cabo sea rica en frutos secos, pescado azul, aceite girasol y de oliva, o linaza para asegurar un equilibrado y variado de grasas esenciales.
Vitaminas – En ellas debemos incluir la vitamina A, vitamina E, y vitamina C.
Cinc – Si se carece de ello el sistema tiene una respuesta más tardía ante el funcionamiento de órganos linfoides.
Hierro – Su déficit disminuye la proliferación celular y respuesta inmunológica.
Complejo B, ácido fólico – Se han visto alteraciones inmunólogicas por falta de vitaminas del grupo B. La carencia del ácido fólico o vitamina B9 suprime la reacción de algunos linfocitos, que asimismo disminuye la creación de anticuerpos.
Selenio Su carencia reduce la actividad bactericida, la respuesta de los anticuerpos frente a amenazadas y ciertos tóxicos y el desarrollo de linfocitos.
Por todo esto es importante llevar una dieta equilibrada, lo suficientemente variada como para que incluya un poco de cada grupo descrito.

¿Cómo podemos estimular nuestro sistema inmunitario?

Lo primero que te recomendamos, antes de exponer los siguientes puntos, es aportar un suplemento en capsulas. Nosotros disponemos de uno que contiene equinácea, saúco y ¡uña de gato! Sí, como lo lees. Esto ayudará al ciclo natural de tus defensas y a reforzarlas. Puedes encontrarlo pinchando aquí, para obtener más información.

Lo siguiente es, como hemos estado repitiendo antes, llevar una dieta equilibrada y variada, partiendo de alimentos ricos en vitaminas y minerales. A poder ser, siempre frescos.

La actividad física también juega un papel importante, si se hace de forma moderada puede ser otro factor beneficioso para nuestras defensas. Si no tienes tiempo de asistir a gimnasios, o correr todas las mañanas, te recomendamos andar al día al menos 30 minutos. Con ello aportarías algo de actividad física a tu vida.

El descanso deber se lo suficiente, ¡muy importante! Llevar un número de horas de sueño reparador para obtener un funcionamiento óptimo de nuestras defensas.

La equinácea y la salvia contribuyen enormemente a las defensas naturales del cuerpo, siendo un apoyo inmunológico. ¡Acuérdate de lo comentado sobre nuestro producto!

 

 

Y eso es todo por el momento. Ojalá te haya servido de ayuda informativa y de ahora en adelante te plantees fortalecer tus defensas como es debido. ¡Suscríbete para estar al tanto de futuros blogs!

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